Salimos de Toledo por la puerta de la Bisagra, rectos
hacia las casas del otro lado de la plaza. Hay un local que
abre temprano –seis de la mañana- donde hacen churros y
chocolate. Están buenos los churos, no son los mejores que he
probado, pero están buenos. También el chocolate.
Regresamos a la puerta de la Bisagra para retomar el camino por el paseo de Alfonso VI. Continuamos por la margen derecha del Tajo, aguas abajo, hasta las juntas con el Guadarrama, para subir por la margen izquierda del afluente hasta Rielves, donde almorzamos. El dueño del local –Bar el Pistón-nos regala unos mecheros-linterna por nuestra condición de peregrinos.
Continuamos por camino terrero hacia Huecas y Noves donde nos encontramos con un panel metálico con la inscripción Camino de Santiago del Sureste. A partir de aquí el camino está señalizado con unas bonitas tablillas de color amarillo muy visibles sobre el pardo paisaje. Dentro de las poblaciones son sustituidas por azulejos muy originales.
Pasamos la finca y castillo de San Silvestre para llegar a Quismondo con su fuente y abrevadero del caño, donde un cartel indica que es agua no potable, pero que todo el pueblo usa y según nos dijeron vienen de otros pueblos a llevársela. Cientos de garrafas se trasiegan en la fuente, en fin, cosas de la burocracia.
Subimos hacia un vértice geodésico para bajar, tras atravesar el cordel de Talavera hacia Escalona y su castillo.
En Escalona paramos a comer; y lo hicimos abundantemente, de la bebida mejor no hablo. Lo anterior y que el trayecto que nos quedaba era todo cuesta arriba, provoco una desgana generalizada. Marchando un café bien cargado, pero ni por esas.
Comenzamos una tediosa tertulia con unos parroquianos que nos desaconsejan el itinerario previsto, mucho mejor por San Martín de Valdeiglesias. Argumentos como que los parroquianos no realizan el trayecto en bicicleta, sino en potentes y cómodos automóviles, sirven de poco, al grupo le gusta más esta opción. Resultado: continuamos por la nacional. Nos perdimos Paredes de Escalona, Cenicientos, Cadalso de los Vidrios, los Toros de Guisando… el asamblearismo tiene estas cosas.
Llegamos a San Martín prácticamente de noche, dormimos por 15 € por cabeza en una casa rural que nos recomendaron en el ayuntamiento.
Salida: Toledo
Llegada: San Martín de Valdeiglesias
Época: Todo el año.
Porcentaje de ciclabilidad: 100%
Distancia: 86.40 Km.