Alcalá del Jucar, hermoso y pintoresco pueblo situado en la hoces que forma el río Júcar, aldea de Jorquera hasta 1364 y como ésta perteneció al Señorío de Villena.

El caserío en equilibrio sobre la ladera, rodeando al castillo árabe. Interesante dar un paseo por sus calles y visitar la iglesia de San Andrés s. XVI y XVIII y sus cuevas-bares con sus magníficos miradores sobre el río.
Cruza el Júcar por el puente de posible origen romano para comenzar una imposible subida, escalones incluidos, por estrechas callejuelas de origen árabe hacia el castillo.

Sí en la jornada de ayer el viento soplo durante todo el día y, por una vez y sin que sirva de precedente, lo hizo a favor hoy no sopla “aúlla” en el cerro del castillo. Lo va a sufrir en su costado derecho durante toda la jornada, tan fuerte, que dificultara hasta las tareas más sencillas como realizar las fotografías.
Una vez arriba, hacia el transformador y el depósito de agua. Toma la senda hasta la Eras. ¡Ojo! Mejor andando. Es demasiada la altura hasta el río. Existe la posibilidad de subir hasta las Eras por carretera, aunque esta opción es menos interesante.

Las Eras se encuentra con algo ya habitual en nuestro recorrido, la escasa señalización no prevista para el ciclista. En la plaza seguir por la derecha y preguntar por la cooperativa nueva. Una vez en el buen camino no existe dificultad para seguirlo.
Bonita pista de buen firme entre tendidos campos de labor, solo el viento dificulta el avance.
Serradiel queda a su izquierda y pronto aparece Casas Ibáñez. Como un kilómetro antes de entrar en el pueblo han cortado el camino para construir una central fotovoltaica. Superarlo no ofrece mayor problema.

Casas Ibáñez formo parte del Señorío de Villena y dependió de Jorquera igual que Alcalá. Consiguió su autonomía en 1833 con la creación de la provincia de Albacete.
Destaca la iglesia de San Juan Bautista, barroca del s. XVI y XVIII, interesante el cristo de marfil del s. XVII.
Sale el viajero del pueblo sin muchas dificultades, eso sí, preguntando a los lugareños.
Retomado el camino el viajero se da cuenta, que está perdido. Y van… el camino lo saca a la Ctra. que utiliza como tabla de salvación para dirigirse a Villamalea, poco antes de llegar cruza la Ctra. y continua por un camino a la izquierda que le lleva directamente al centro del pueblo.

De Villamalea sale por la calle Larga ¡Ojo! es dirección prohibida y pasa un deposito de aguas que es utilizado como rocódromo. Pierde de nuevo las flechas el viajero y regresa al pueblo.
Pregunta, y amablemente le acompañan hasta dejarlo en el buen camino, que le lleva en línea recta hasta El Herrumblar, primer pueblo de la provincia de Cuenca.
Ya en el pueblo el viajero consulta a los nativos del lugar, sugieren estos que continúe por la ctra. El viajero que es de natural “bien mandao” les hace caso y se reencuentra con su ya querida MC-3201

Villarta, pueblo de la Manchuela conquense situado junto a la Cañada Real de Murcia. En el pueblo localiza el viajero alguna flecha aislada pero que no acaban de dirigirle a parte alguna. Consulta, nadie le da referencias fiables, es arriesgado adentrarse en el páramo sin ellas. Algunos paisanos argumentan que total por la Ctra. se anda un poquito más pero en contra partida no hay pérdida. ¡Un poquito más! El viajero anda casi el doble y mucho más aburrido.

No termina el viajero de centrarse, le cuesta reconocer con facilidad el camino y no le va a quedar más remedio que afinar la sintonía. El primer día efectúa gran parte de la ruta por Ctra. y lo mismo le ha pasado el segundo. La señalización a pesar del esfuerzo realizado por los Amigos del Camino no llega a la “calidad” encontrada en otros como el Francés o la Vía de la Plata, sin desmerecer a nadie y reconociendo el esfuerzo realizado, considera que se pierden las flechas con excesiva facilidad, al menos para los ciclistas. Especiales dificultades encuentra el viajero a la salida de las poblaciones y en las intersecciones. Como ejemplo lo que le ocurrirá al día siguiente, el viajero se dio cuenta de su error de dirección casi un kilómetro después del cruce, cuando vio que se dirigía a la Ctra. N-III, hacia Castillejo de Iniesta. En el cruce anterior debía girar 90º a la derecha para dirigirse hacia el Norte y no lo hizo. De regreso no encontró ninguna flecha en la intersección, se oriento hacia el Norte por pura intuición, no encontrando una flecha amarilla hasta el siguiente cruce. Para seguir la ruta en bicicleta es primordial que las intersecciones estén señalizadas.

En Graja de Iniesta termina el viajero, algo cansado, tras recorrer unos sesenta kilómetros. Busca alojamiento y lo encuentra en un hostal junto a la ctra.
El pueblo en fiestas, todo cerrado y la programación no ofrece demasiados atractivos para el viajero.

 

Guía Práctica

Salida: Alcalá del Jucar
Llegada: Graja de Iniesta
Época: Todo el año.
Porcentaje de ciclabilidad: 100%
Dificultad: Baja
Distancia: 60.5 Km.

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