“…El Viernes de indulgencias vestió una esclavina grand sombreo redondo, mucha concha marina, bordón lleno de imágenes, en él la palma fina, esportilla, e cuentas para rezar aína; los çapatos, redondos e bien sobresolados; echó un grand dobler sobre los sus costados, gallofas e bodigos lieva í condesados: destas cosas romeros andan aparejados; deyuso del sobaco va la mijor alfaja; calabaça bermeja más que pico de graja; bien cabe su açumbre e más una miaja: non anadan los romeros sin aquesta sufraja;…”
El Arcipreste de Hita
Describe el Arcipreste con corrosiva ironía las intenciones de algunos peregrinos de aquella época. Afortunadamente el viajero no necesita esconder las limosnas y los panecillos en el doblez de su vestido - echó un grand dobler sobre los sus costados, gallofas e bodigos lieva í condesados -ni trasegar los alumbres de vino en calabaza - calabaça bermeja más que pico de graja;bien cabe su açumbre e más una miaja:-
También el famoso Codex Calixtinus nos instruye sobre costumbres y formas de vida al uso de los peregrinos medievales:
-la escarcela para la comida:
En nombre de nuestro Señor Jesucristo, recibe esta escarcela,
hábito de tu peregrinación, para que castigado y enmendado te
apresures a llegar a los pies de Santiago, adonde ansías llegar, y
para después de haber hecho el viaje vuelvas al lado nuestro con
gozo, con la ayuda de Dios, que vive y reina por los siglos de los
siglos. Amen.
(S. Moraleja, C.
Torres y J. Feo. Liber Sancti Jacobi; Codex Calistinux. Santiago de
Comportela, 1951, pp. 204-205)
-El bordón para las caminatas y la defensa:
Recibe este báculo que sea como sustento de la marcha y del
trabajo, para el camino de tu peregrinación, para que puedas vencer
las catervas del enemigo y llegar seguro a los pies de Santiago, y
después de hecho el viaje, volver junto a nos con alegría, con la
anuencia del mismo Dios, que vive y reina por los siglos de los
siglos. Amen. (Ibíd.)
Y da algunas recomendaciones sobre el modo en que se ha de recibir y
atender a los peregrinos:
-Peregrini sive pauperes sive divites a liminibus Sancti
Jacobi redientes, vel advenientes, omnibus gentibus caritative sunt
recipiendi. Nam quicumque illos receperit et diligenter hospicio
procuraverit, non solum beatum Jacobum, verum etiam ipsum Dominum
hospitem habebit. Ipso Domino in evangelio dicente : Qui vos recipit
me recipit.
"Los peregrinos, pobres o ricos, que vuelven de Santiago o se dirigen allí, deben de ser recibidos con caridad y respeto por todos, pues quien los reciba y hospede con esmero tendrá por huésped no solamente a Santiago sino también a Nuestro Señor, el cual dijo en el Evangelio: el que a vosotros os reciba a mí me recibe." (Codex Calixtinus, cap. XI)
Peregrino |
La sociedad ha cambiado al igual que lo han hecho las costumbres.
Pero aun pervive lo esencial del hombre y como tal el viajero emprenderá
el camino, como lo hicieron otros muchos desde el s. IX.
Utilizará moderna indumentaria con fibras de alta tecnología y chillones
colores, se servirá de una moderna maquina a pedales -la bicicleta-
pero en lo esencial no se diferenciará de cualquier otro peregrino
que hecho el camino a lo largo de los siglos.
Desde los primeros tiempos del camino se entraba
en España siguiendo el trazado de un antigua calzada romana, la
“vía Trajana” que comunicaba Burdeos con Astorga. Lo hace por valles
no muy abruptos, entre robledales, hayedos y fresnedas a trechos
recortados por verdes prados donde pasta la oveja latxa. Tierras
donde el urogallo, el oso y el lobo son observados por el águila
real y el quebrantahuesos.
El camino transitará de un clima atlántico
a otro de tipo mediterráneo, las encinas, coscojas y carrascas sustituyen
al roble y al haya cerca ya del valle del Ebro. El matorral de retamas
y aliagas, los cultivos de secano y viñedos a los prados. En la
meseta las manchas de quejigo son sustituidas poco a poco por roble
melojo o rebollo ya en la cuenca del Duero. Tímidamente el haya
irá haciendo su reaparición al igual que el castaño, el abedul y
el acebo, en el paisaje se deja sentir ya la influencia atlántica
al acercarnos a la Maragatería y el Bierzo. El camino se vuelve
ondulado y verde. Paisaje plenamente transformado por el hombre,
prados y parcelas de continuo minifundio festoneado de abedules
nos esperan en Galicia, pero también los que pueden ser los bosques
mejor conservados y de mayor biodiversidad del norte peninsular,
las denominadas devesas: valles angostos donde tienen su hábitat
los robles, hayas, tejos, abedules y acebos. Pero también, castaños,
arces, encinas, brezos y retamas. Todo un compendio del bosque mediterráneo
y atlántico.
El viajero que ha recorrido el camino en más de una ocasión, ha realizado etapas de muy diversa duración y a pernoctado en algunos de los pueblos del camino. A efectos prácticos para la confección de estas páginas dividiremos este trabajo en trece etapas, las mismas que refleja el Codex Calixtinus y que presuntamente realizo a caballo el clérigo francés Aymeric Picaud.
Comenzaremos nuestra andadura, por razones logísticas, en la tercera etapa del clérigo francés, en la ciudad de Pamplona.
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