Foncebadón ruinas de lo que fue y no es. A estas alturas
(1500 m.) al viajero le pesan ya los kilómetros, los kilos
(propios y transportados) y los años.
Deposita la correspondiente piedra, ha de confesar que más bien
pequeña apenas un guijarro, junto a la Cruz de Ferro, antiguo
hito que separaba dos circunscripciones territoriales romanas,
disponiéndose a abandonar la Maragatería y entrar en el Bierzo.
Ya en tierras bercianas encontramos el abandonado Manjarín
y El Acebo, que estuvo dispensado de tributos por los
Reyes Católicos a condición que marcaran el camino con no menos
de ochocientas estacas durante las fuertes nevadas.
El viajero medita durante un tiempo ante el sencillo homenaje
levantado a un peregrino ciclista al que sorprendió la muerte en
su ruta a Santiago. Riego de Ambros, después, el
santuario de las Angustias y sus puertas forradas de hierro
debido a la costumbre peregrina de arrancar astillas como
recuerdo.
El río Meruelo y su puente románico introducen al viajero en
Molinaseca, al final de su calle Real, el Hospital de
Peregrinos. La población de Campos nos separa de la
templaría Ponferrada.
Ponferrada debe su nombre al apuntalamiento con una armadura
de hierro del viejo puente romano que cruzaba el Sil. Pasa a
depender de los Templarios en el siglo XII hasta la extinción de
la orden, pasando con Alfonso XI al condado de Lemos y con los
Reyes Católicos a la corona. La estructura de la antigua muralla
esta presente en los bajos de la Torre del Reloj, construida
sobre la puerta de entrada a la ciudad. De época templaría
encontramos el castillo, muy restaurado y el santuario de la
Virgen de la Encina. Cuenta la leyenda que cuando los caballeros
cortaban árboles para la construcción del castillo, encontraron
la imagen en el hueco de una encina convirtiéndose pronto en la
patrona del Bierzo.
El camino conduce al viajero a Cacabelos a través de
Columbrianos y Camponarraya, avanzada santiaguesa en
tierras del Bierzo hasta 1870 en que deja de pertenecer a la
sede compostelana para pasar definitivamente a la de Astorga.
Pasado el río Cúa, se encuentra el santuario de la Quinta
Angustia manifestación de la tradición mariana leonesa.
Pierros, antigua capital del Bierzo en época romana.
Villafranca, baluarte militar, presidio y residencia
señorial. Favorecidos por Alfonso VI peregrinos francos deciden
afincarse en el lugar conociéndose la ciudad como Villa
Francorum, concediéndole fueros Fernando II.
Salida: Rabanal
Llegada: Villafranca
Época: Todo el año.
Porcentaje de ciclabilidad: 100%
Dificultad: Media
Distancia: 56 Km.