En toda la cuenca del Segura los cursos de agua forman paisajes espectaculares. El bosque de ribera es la única comunidad de “frondosas” de nuestra región, lo que le confiere un gran valor ecológico, son los árboles de mayor porte que crecen de forma autóctona en nuestra tierra determinada por su aridez lo que ofrece un fuerte contraste con el entorno que lo roda, caracterizado por el matorral, las plantas aromáticas y el esparto. Esto no ha evitado su practica desaparición, conservado solo en el tramo alto y en retales aislados en algunos puntos concretos del cauce.

Los cultivos de regadío y las plantaciones de caña en una primera etapa y posteriormente las obras de acondicionamiento del cauce para prevenir avenidas han provocado su desaparición, sin que los responsables y los poderes públicos se hayan planteado en serio la reforestación. A pesar de la creciente demanda de zonas de esparcimiento y el abandono de la huerta tradicional no se han hecho intentos serios por reestablecer el bosque de frondosas, lo que sería extraordinariamente rentable debido al fuerte y rápido crecimiento de esta vegetación de ribera, recuperando el paisaje y poniendo en valor algo actualmente abandonado.

La vegetación a lo largo de los cursos de agua de la cuenca se distribuye en zonas paralelas desde el agua al suelo firme.

Tendremos una primera línea formada por carrizales, aneas y juncos. En las zonas con sustratos más firmes se dispone una segunda línea de especies arbóreas de gran porte que superan los veinte metros, como álamo y chopo blanco, tarajes, chopo, mimbres, olmo y fresno, la frondosa bóveda formada por éstos impide el crecimiento de otras plantas bajo su cubierta, solo logran crecer algunas especies de lianas que trepan en busca de la luz. Una tercera línea formada por el sotobosque con plantas de carácter arbustivo como las zarzamoras, tapaculeros, madreselvas, vidalva, emborrachacabras, espino blanco, etc.

A parte de esta configuración típica existen otras con características especiales, algunas de las más importantes son: el tarajal halófilo que ocupa significativas extensiones en los cauces salados de la cuenca. En los menos salados triunfan el baladre, zarzal arbustivo y el pasiegar formado especialmente por sisca fina y sisca comun. Otra planta colonizadora del cauce es la acedera, que aparece prácticamente en todas las márgenes del río en especial desde Murcia a la desembocadura.

No podemos olvidar a la Arundo donax, la caña es una planta foránea, de origen asiático, cultivada por el hombre tuvo históricamente gran trascendencia económica por sus múltiples usos en el mundo huertano. Era utilizada en la construcción –barraca- para establos y cercas, como sujeción de plantas trepadoras, con ella se construían zarzos donde secar los pimientos para el famoso pimentón murciano, etc. Su multiplicación se debe a sus tallos subterráneos, cualquier trozo arrastrado por la corriente colonizara los lugares donde se deposite. Hoy abandonadas, impiden con sus rizomas la recuperación del bosque de ribera.

Sin temor a equivocarnos podemos dividir la cuenca en tres sectores:

Un primer tramo desde el nacimiento al Fuensanta se caracteriza por una franja de vegetación arbustiva y otra arbórea. La primera formada por la avellaneda en los lugares más umbríos con especies como avellano, olmo de montaña, arce, tejo y acebo. La segunda, cuando la anchura de la vega lo permite encontramos el minbre, fresnos y chopos, bordeando a éstos los zarzales y madreselvas.

Un segundo tramo, hasta Calasparra, caracterizado por una vega más amplia, la vegetación se estructura como en el tramo anterior, la primera franja es similar al tramo superior pero de vegetación más rala, la segunda franja esta formada por amplias alamedas compuestas de chopos, olmos y fresnos, la franja exterior es similar al primer tramo pero mas pobre en especies.

Un tercer y ultimo tramo hasta la desembocadura donde la primera franja esta constituida casi en exclusiva por carrizales de aneas y carrizos, la segunda muy degradad ha sido sustituida por tarajes que se confunden con los zarzales y la zarzamora de la tercera franja.

Fauna

La fauna asociada al río esta íntimamente relacionada con la calidad de sus aguas y el estado de conservación de la vegetación de ribera. Por desgracia tan solo en el tramo superior encontramos parte de estos bosques en un estado aceptable de conservación. En estos tramos encontramos especies como la nutria –la más emblemática- la rata de agua o el turón, entre los mamíferos. Como representantes de las aves, el mirlo acuático, el martín pescador, lavandera cascadeña, el pechiazul y el ruiseñor. Entre los reptiles, la culebra de agua y el galápago leproso. La rana y el sapo común entre los anfibios. A demás encontramos una serie de animales que de una u otra manera están relacionados con el río dando a éste un alto valor ecológico como son: oropéndolas, mitos, carpinteros, torcecuello, ruiseñor bastardo, ánade real y carricero.

Guía Práctica

 

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