Río segura
Primera Jornada: Pontones - Yeste

Nacimiento del Segura

El segura, que fue el Staber de los griegos o el Alebo de los cartagineses. Los romanos que ya comenzaron las primeras obras de fabrica en su cuenca lo llamaron Thader, lo que derivo en el Taderus de los hispanos, pero fueron los árabes los que le dieron su actual personalidad, los que lo llamaron Sakura por su sierra de origen, también llegaron a llamarlo Nahr-el-Abiad (Río Blanco) por el color de sus aguas durante las abundantes riadas que producía.

Su cuenca se remonta a finales del Mioceno, lo que representa unos diez millones de años, su superficie es de 18.869 Km2 y su longitud, en la que nadie se pone de acuerdo de 325 Km. Nace a 1413 m. en el Pinar del Risco, Fuente Segura, al pie de la Sierra de Segura junto a la población de Pontones en el municipio de Santiago de la Espada.

Las cumbres que rodean este alumbramiento son de mediana envergadura rondando los dos mil metros, como Pelado del Cerezuelo (1882), Calar de las Palomas (1964), Umbrías de la Parra y el Pinarón (1626) y sierra de las Banderillas (1993). Son montañas esencialmente calcáreas, como todo el Parque Natural de la Sierra de Segura, esto facilita gracias a su porosidad la disolución de calizas y dolomitas. El agua penetra hasta sus entrañas formando innumerables simas y galerías que se comportan como gigantescos aljibes almacenando el agua proveniente de la fundición de la nieve del invierno y las lluvias de primavera y otoño. Al alcanzar un determinado nivel a través del un laberinto kárstico de gran complejidad, surgen las aguas por algún punto débil, fractura o falla al exterior como Fuente Segura.

Hacia 1615 un clérigo, Juan Robles Corbalan en su manuscrito Grandezas de este Reino de Murcia comenta “...el ímpetu asombroso y la violencia con que sale el agua, pues con ser con tanta porción, la arroja al aire más de cuatro varas en alto (más de 3,25m)...”.


Curso alto del Segura
 

Hoy finales de enero del 2001 la fuente surge con poderío, la nieve y sobre todo las lluvias caídas en estos últimos días, el 24 ha sido uno de los más lluviosos de los últimos cinco años han propiciado que la fuente “reviente”, como dicen por la zona. No siempre es así, hay periodos en los que llega a estar seca, como ocurrió en el año 85 y en el 92.

Chuletillas de cordero segureño, raza autóctona de estas tierras de las que toma el gentilicio, embutidos de cerdo y jabalí, huevos y patatas fritas, lomo de cerdo de orza, cena en exceso el viajero, acumulando fuerzas para el día siguiente.

He pasado la tarde charlando con gente del pueblo; Paco “el pincha”, el dueño del hotel, “el chimeneas”, Antonio “el Talegas” y Pepe el “Pastor”, esté me habla de los tiempos en que trasladaban los rebaños para pasar el invierno en Marmolejo (Córdoba) y vuelta al pueblo con el ganado en verano. Me indica que el camino que sale del pueblo por la margen del río acaba en una finca y hoy no tiene salida, antiguamente había una senda, un camino de herradura por el que pasaban con las bestias, pero que esta intransitable y más con lo que ha nevado y llovido. Me recomienda dos rutas como recomendables, la una y la otra se encuentran en los respectivos altozanos, tanto al Norte como al Sur del pueblo. Me pide encarecidamente que si nieva esta noche me olvide de las pistas y continúe por la carretera.

Ha estado lloviendo toda la tarde y noche de ayer, hoy continua igual, hace un día muy desapacible y los fuertes vientos aumentan considerablemente la sensación de frío. Como no ha nevado opto por la solución Sur, por carretera en dirección a Santiago de la Espada y en el altozano tomo la pista a la izda. que a través de una espectacular bajada llamada de Revienta Caballos me llevara a la Toba. Extraordinario el paisaje que contemplamos en la bajada, el Segura se desliza como una cinta de plata ceñido a los gigantes calcáreos, abriéndose paso, labrando su cauce entre el Cerro de la Misa, Arrancapechos, Marchena, Calar del Pino y Molata de la Toba. El descenso puede llegar a ser peligroso cargados y con el piso resbaladizo. Lo he pasado mal por la ventisca que me impedía ver el camino, los cristales de hielo se pegaban a las gafas y en cuestión de segundos tapaban toda visión y, he optado por quitármelas, continuando casi a ciegas, sin poder mantener los ojos abiertos porque las diminutas gotas de agua cortaban como cuchillos. Cuando las rachas de viento arreciaban me obligaban a detenerme hasta que amainaban. La pista esta en buen estado con algunos derrumbes y desprendimientos pero que no impiden el paso.


Pontones

El río desde pontones discurre por un estrecho y hermoso valle calizo formado por escarpados farallones, por su margen izda. recibe al Madera de 18,2 Km cerca del Calar del Pino (1683)   junto a los caseríos de la Toba y Casicas del río Segura.

Antes de entrar en el poblado una preciosa cascada desborda el pequeño canal de riego y hace correr el agua por la carretera. Ya en el pueblo el viajero queda impresionado por el “rugir” de un pequeño arroyo nacido en la Cueva del Agua que se precipita entre las viviendas hasta el cauce del Segura.

En el bar Parra junto a la chimenea caliento mi cuerpo y seco mis ropas mientras tomo unos vinos con “los melgos” de Segura de la Sierra. El viajero tiene que hacer un gran esfuerzo de voluntad para continuar, por el día tan desapacible y por que el vino con este frío entra muy bien.

La carretera continua por la margen izquierda, pegada al río, entre pinares, poco después hace su aparición el embalse de Anchuricas, construido en 1957 y una capacidad de 6 millones de metros cúbicos, el viajero es aun más viejo le gana por un año. Este embalse alimenta el salto eléctrico de Miller aguas abajo. Poco después tendremos la oportunidad de aprovisionarnos de agua en la fuente de los Cuatro Caños y casi sin darnos cuenta pasaremos las juntas donde el Segura recibe las aguas del Zumeta, ha recorrido cuarenta kilómetros desde su nacimiento en la mítica y granadina Peña Sagra (2380m.)

Por la izquierda el arroyo Tinjarra entrega sus aguas al Segura y nosotros trepamos por su curso en busca de Yeste. Llueve, llueve como parece que no lo ha hecho nunca, el agua en los regueros que cruzan la carretera cubre las llantas. Ha llovido durante todo el día, ni un solo minuto sin esta desagradable compañera, y ahora al final de la jornada quiere asegurarse que al viajero no le queda nada seco. Ya oscurecido entro en Yeste, 877 m. sobre el nivel del mar en Alicante.

Después de una reparadora ducha, ahora de agua caliente, y cambiarme de ropa que milagrosamente esta seca, el viajero se entrega con ahínco y entusiasmo a reponer fuerzas. Tengo suerte y acceden a prepararme el ajo pringue, guiso popular de esta comarca elaborado a partir de hígado frito en manteca para después cocerlo a fuego lento en un majado de ajos, pimentón, trozos de hígado, pan rallado, canela en polvo y orégano, todo ello también frito, agua sin cubrirlo y, cuando espese se añaden unos piñones y listo para degustar. De postre yogur ácido de la zona y queso fresco con miel.

 

Guía Práctica

Salida: Pontones
Llegada: Yeste
Época: Todo el año.
Porcentaje de ciclabilidad: 100%
Dificultad: Media
Distancia: 74 Km.

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