Bosque de ribera

La palabra acequia proviene del árabe “As-saquilla”, la que da de beber.
La red de acequias del Segura han tenido un papel decisivo en la historia y el desarrollo de nuestra región. A lo largo de los siglos, la población se ha ido asentando en sus cercanías, se construyeron azudes con el fin de derivar el agua para llevarla allí donde se necesitaba.

Dada la singularidad de nuestras acequias mayores es necesario que nos concienciemos de su valor y potencial, tanto en los aspectos arqueológicos y culturales, como en el ecológico y turístico, recuperando el entorno para este aprovechamiento múltiple.

Nos solidarizamos y hacemos nuestras las propuestas de la profesora de la Universidad de Murcia, Vidal-Abarca para nuestras acequias como son:

• Creación de una red de “corredores naturales” aprovechando las acequias, la protección de la naturaleza no se puede circunscribir solo a espacios singulares.
• Potenciar el conocimiento y el mantenimiento de la biodiversidad.
• Crear un banco de datos de humedales de la Región de Murcia.
• Estudiar el papel del hombre en la génesis, mantenimiento y destrucción de los humedales
• Diseñar y llevar a cabo programas de educación ambiental. En este tipo de programas la bicicleta puede tener un importante papel como medio idóneo de desplazamiento y empatía con el entorno.

Hoy nuestras acequias se encuentran en un grave peligro, de un lado la desaparición del regadío tradicional, de otro el entubamiento, con el se gana muy poco a cambio de perder el patrimonio histórico, cultural, ecológico y turístico.

Las acequias de Cieza

En las inmediaciones de la cabecera de las acequias de Los Charcos, Don Gonzalo, La Adelma y El Horno, se encuentra la cueva y sima de la Serreta, yacimiento del neolítico donde se han encontrado semillas de trigo y cebada que prueban los orígenes de nuestra temprana agricultura (IV milenio a.c.). El uso agrícola de este entorno continuo con la existencia de hábitat ibéricos como los yacimientos del Soto de la Zarzuela (acequia del Horno), La Parra II y Bolvax (acequia de los Charcos) y El Castillo (acequia Don Gonzalo y la Andelma). En el siglo III a. c. Comenzó el dominio romano lo que creo un nutrido grupo de “villae” como La Hoya, García, La Parra I, El Ginete, La Torre y Maripinar. La llegada del Islam conllevó una nueva repoblación de la comarca tras el retroceso de la dominación visigoda, reexcavándose el sistema de acequias romanas y construyéndose otras nuevas como la de la Andelma, cuyo nombre significa “ramal de agua”.

Para intentar proteger todo este patrimonio cultural se ha creado La Plataforma Ciudadana en Defensa de las Acequias de Cieza
 

Guía Práctica

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