Esta es la crónica de la ruta realizada en bicicleta de montaña por nuestro compañero Mariano Vicente:
"La palabra Ebro; deriva del antiguo topónimo Iber, que da también nombre a los pueblos íberos y por asociación a la península Ibérica. "Ibar" en lengua vasca significa ribera o margen del río.
El corredor del Ebro ha sido utilizado desde tiempos inmemoriales como paso obligado entre la meseta y el levante de la península con las tierras cantábricas. Cántabros y autrigones; ejércitos romanos, árabes, napoleónicos y carlistas; peregrinos, mercaderes, viajeros románticos y turistas se han visto obligados a utilizar estos valles como estratégico paso en su discurrir hacia el cantábrico o en su desplazamiento hacia la meseta o las tierras riojanas.
El viajero también lo hará. Recorrerá estos utilizados valles, por gusto, porque le apetece. Utilizará como casi siempre la bicicleta, inseparable compañera de aventuras, que durante cuatro días le permitirá recorrer las tierras del Alto Ebro. Valles horadados por el río, que recorrerá despacio, sin prisas. Cuando tenga hambre comerá; cuando el lugar lo merezca, se detendrá. Programara las pernoctaciones según los establecimientos disponibles –ya no tiene edad el viajero para pasar la noche a la intemperie como hico en otras ocasiones-. Sí puede hará una crónica, del lector espera su benevolencia y él promete escribirla con la mejor voluntad y empeño.
El Ebro nace a los pies del Pico Tres Mares. Recién nacido se abre paso impetuoso entre los amplios prados de Campoo de Suso, donde pasta la Tudanca. Reinosa lo hará urbano, para escapar de nuevo, entre prados hasta remansarse en el pantano. Lucha con enormes farallones calizos entre los que se va abriendo paso, formando valles y desfiladeros que se suceden sin solución de continuidad hasta llegar a la Rioja.
Este será nuestro escenario en los próximos días.
Recorreremos los valles de Valderredible, en Cantabria; Los de Manzanedo, Valdivieso y Tobalina en Burgos. Veremos tierras de Palencia y Álava y acabaremos en la población de Miranda –a las puertas de la Rioja-, que lleva de apellido, como no podía ser de otra manera, del Ebro."
Texto y fotos:
Mariano Vicente