A modo de presentación
Han sido cinco días de pedaleo por las vías verdes del Aceite, Subbética y de la Campiña. Días de Sol, aceite y montilla. De rabo de toro, carrilleras y salmorejo. De compañerismo, amistad y bicicleta.
El cuerpo me pedía algo de tranquilidad, sin agobios de tiempo, de pedalear pausado y largas charlas sobre la bicicleta. Se lo comente a Juan Bautista y me contesto: ponle fecha. Matías fue el siguiente y así llegamos a ser siete. El recorrido lo comenzamos cinco, lo que simplifico la intendencia; una furgoneta sería suficiente, tanto a la ida como a la vuelta.
Nos pusimos manos a la obra y en pocos días teníamos resueltos los problemas logísticos más importantes. Para el transporte un vehiculo alquilado de nueve plazas que entregaríamos en la estación de Adif de Jaén, para el regreso haríamos lo mismo desde Córdoba. Programamos las pernoctaciones en, Alcaudete, Lucena, Marchena, La Carlota y Córdoba. Unos cálculos de los kilómetros aproximados y a la vía, eso era todo.
Juan Bautista, nuestro hombre tecnológico, no se conforma y prepara unos tracks del recorrido incluyendo el trayecto hasta los hoteles. Una delicia.
El trazado de la Vía Verde del Aceite consta de cincuenta y cinco kilómetros y nueve viaductos metálicos, algunos de considerable altura y dos túneles. Torredelcampo, Torredonjimeno, Martos y Alcaudete son las poblaciones más importantes de este tramo.
La Vía Verde de la Subbética comienza sin solución de continuidad. Atractivo recorrido de cincuenta y ocho kilómetros que unen los municipios de Lucena, Cabra, Doña Mencía, Zuheros y Luque, bordeando el parque natural de las Sierras Subbéticas. A lo largo del recorrido encontraremos, cuatro viaductos, un túnel, cinco estaciones y un apeadero.
Entre Puente Geníl y Marchena realizamos un tramo de enlace por carreteras secundarias para comenzar en esta última población la vía verde de la Campiña.
La campiña sevillana y cordobesa fue atravesada por un modesto ferrocarril: el Marchenilla que unía Marchena con la califal Córdoba. Sugerente itinerario de noventa y cuatro kilómetros, con un túnel y diez puentes, que une las poblaciones monumentales de Marchena, Écija, La Carlota y Córdoba.
Trescientos kilómetros de pedaleo sosegado, sin veleidades deportivas, disfrutando de la bicicleta en el más estricto sentido de la palabra.
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