Vía Verde del Aceite, SubbÉtica y de la CampiÑa
Día I: Jaén - Alcaudete


Vía Verde del Aceite


Primer día

A las siete de la mañana estábamos todos en el aparcamiento de la estación del Carmen dispuestos a colocar nuestras bicis lo mejor posible dentro de la furgoneta y a emprender nuestro viaje. Solo una parada entre Murcia y Jaén para probar unas morcillas y unos pastelillos borrachos, según Matías excepcionales. Damos fe.

Aparcamiento estación Adif de Jaén. Doce de la mañana, cae un sol de justicia a pesar de lo avanzado de la época. Foto, risas nerviosas y comenzamos a pedalear.

Pronto encontramos la antigua plataforma ferroviaria. Un vetusto furgón marca el comienzo. El paisaje es tendido, ondulado, moteado por el verde grisáceo de los olivos, pedaleamos sin esfuerzo y los kilómetros caen parsimoniosos, hace calor pero no agobia.
La Vía Verde del Aceite ofrece un paisaje más variado de lo esperado –por aquello del mar de olivos-. Es una infraestructura con numerosos viaductos y algunas pasarelas –para salvar la A-316-, bien acondicionada y señalizada. Debe su nombre al producto que más asiduamente transportaba este antiguo ferrocarril: el aceite.

Comenzamos una sesuda discusión sobre la ventaja e inconvenientes del “tapeo” frente a la comida “formal”. No llegamos a ningún acuerdo, combinaremos ambas formas y si hace falta probaremos alguna nueva.

Casi sin darnos cuenta llegamos a la primera estación de la ruta: Torredelcampo. Dejamos a tras población y estación para introducirnos en el primer túnel del recorrido; del Caballico se llama tiene 333 metros y esta iluminado.
El puente de la Piedra del Águila vuela 104 metros sobre el arroyo, lo cruzamos sobre un incomodo entarimado de traviesas. Un segundo túnel permite el acceso a Torredonjimeno y la segunda estación de la ruta.

Continuamos ganando altura en dirección a Martos custodiados por cortijos que jalonan lomas pobladas de olivos.
“Vía Verde cortada por obras” reza un cartel en medio del camino. No será para tanto, seguro que se puede pasar. Una enorme pasarela preparada para salvar la carretera interrumpe el paso. Buscamos un recorrido alternativo y entramos en Martos.

- Por favor, cinco cañas, nos podría poner unos hoyos.
- ¡Que!
- Unos hoyos…, no es acaso una tapa típica del pueblo.
- Tío, es que yo soy de Andujar, nos dice una joven camarera con desparpajo como si la ignorancia fuera una escusa. Se Marcha. Regresa y nos trae unas patatas con bacalao desmigado y aderezado con aceite de oliva.
- Más cerveza, más tapas, comienza así una espiral de la que es difícil salir.

Dejamos a tras la población y su estación, punto más alto de este tramo, iniciando un suave descenso que entre curvas, terraplenes y trincheras nos lleva al cauce del arroyo Salado que el ferrocarril salva con un majestuoso puente metálico de 208 metros, apoyado sobre pilastras de sillería. Tres kilómetros después cruzamos otro puente sobre el arroyo del Higueral y se llega a la estación de Vado-Jaén.

Nos queda otro importante viaducto, el que cruza el río Víboras. Espectacular estructura metálica de 224 metros de longitud que nos permite contemplar el valle del Víboras en todo su esplendor. Abajo a la izquierda un pequeño puente de piedra, de un solo arco, salva el Víboras desde época medieval. En el próximo cruce, junto a una casilla de paso a nivel y unas casas rurales, abandonamos la infraestructura ferroviaria para dirigirnos, tras cinco kilómetros de subida y dos pinchazos, a la fortificada Alcaudete desparramada de cal y adoquines alrededor de su castillo.

Duchados y relajados recorremos la población. Cañas y tapas. Tapas y cañas fue el denominador común de la tarde y aun nos quedaba la cena: rabo, carrilleras, más rabo, vino, más vino, para que seguir si el benévolo lector puede imaginarse el resto.  

Guía Práctica

Salida: Jaén
Llegada: Alcaudete
Época: Todo el año.
Porcentaje de ciclabilidad: 100%
Distancia: 57  Km.
 

 

Creative Commons License Vía Verde del Aceite, Subbética y Campiña 2009 - Actualizada: Viernes, 27 de Noviembre de 2009
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