La campiña sevillana

Tercer día

Madrugamos, nos esperaba un largo y caluroso día de pedaleo. Teníamos decidido terminar la Subbética y continuar hasta Marchena donde da comienzo la Vía Verde de la Campiña. Alrededor de 100 kilómetros por carreteras de escaso tráfico entre ondulantes campos de labor. La estación de Lucena se ha restaurado y habilitado como Centro de Turismo y Ocio, con el Centro de Artesanía y Tradiciones de Lucena.
En suave descenso alcanzamos la última estación de este tramo: Moriles-Horcajo. Esta ubicada en la pedanía lucentina de Las Navas del Serpillar y virtual fin de la Subbética. Por desgracia el futuro centro de interpretación sobre el vino de Montilla-Moriles aun no esta abierto.

La traza ferroviaria se prolonga aun cuatro kilómetros más pero hay que abandonarla para continuar por carretera los 10 kilómetros que nos separan de Puente Genil. Poco que contar del recorrido entre esta población y Marchena si exceptuamos el almuerzo en el Rubio. La carretera serpentea sinuosa entre onduladas colinas cerealistas, ocres y peladas en esta época del año, verdes y espigadas en primavera.
Marchena se deja recorrer fácilmente entre faroles y rejas, vírgenes y hermandades, iglesias y conventos, béticos y sevillistas, la amabilidad de sus gentes y un curioso casino.
Como ya va siendo habitual en este viaje comenzamos la tarde con unas cañas y sus tapas, que repetimos hasta la hora de cenar. Cenamos bien, abundante, en exceso. Pero como resistirse a esas carrilleras y su salsa, a esos rabos estofados, a esas paletillas de tiernos corderos y esos entrantes de riñoncitos de codero a la plancha…Postre, cerveza, vino y como colofón unas “copitas” en la terracita del hotel. Como ya he dicho definitivamente desproporcionado.

Guía Práctica

Salida: Lucena
Llegada: Marchena
Época: Todo el año.
Porcentaje de ciclabilidad: 100%
Distancia: 96  Km.
 

| Inicio | España en bicicleta | Murcia en Bicicleta | Vía Verde del Aceite |