Miércoles 26 de noviembre.
Se levanta temprano el viajero para solucionar lo de las
zapatillas. Como es un poco patoso termina siempre despegando
la suela de la plantilla, entre la parte interior del pie y la
cala. Así en barro ha encontrado un punto por donde entrar,
con método y perseverancia se ha ido introduciendo entre la
suela y la plantilla de fibra hasta acabar por despegarlas
completamente, una vez conseguido era muy fácil seguir
entrando hasta rellenar el mas mínimo hueco transformándose en
una segunda piel húmeda y gelatinosa.
Con los desmontables y mucha paciencia extrae el viajero el
barro ya seco –estuvieron toda la noche al calorcito del
radiador- y golpea una y otra vez la bota contra el suelo aun
a riesgo de despertar a todo el vecindario. Como resultado
ahora la tiene en pedazos por el suelo. Con maña, introduce la
plantilla de fibra con su cala en el interior de la bota,
ahora la plantilla textil, así esta bien, parece que funciona.
Se calza el viajero las botas y ve que esta bien, cree que
podrá acabar el viaje con ellas. Aunque piensa que hubiera
hecho bien comprado unas nuevas, ayer en Palencia.
Esta noche ha nevado algo, los tejados y los coches tienen una
ligera capa, discuten los viajeros si es escarcha o nieve. Los
saca de dudas Marisa la dueña de la pensión: es nieve. No
hacia falta esta información para darse cuenta como tiritaba
el mercurio en el termómetro, nos conformábamos con llegar al
cero.
No se puede visitar la famosa iglesia románica de San Martín,
ni siquiera acercarse a ella con toda la plaza en obras, mejor
dirigirse sin más tardanza al Canal. Soberbia esclusa esta de
Fromista, cuádruple, salva casi 15 metros de desnivel. Parten
los viajeros por la margen izquierda acompañados por algunos
álamos. Pronto llegan al puente de Piña, que da acceso al
pueblo que queda a la izquierda, en la llanura, más adelante
Tamara y Santoyo, a la derecha las Amayuelas, la de arriba y
la de abajo.
El cielo esta cubierto, a veces se abren claros que dejan
pasar el sol. No calienta pero alegra y reconforta.
Cruza el viajero el Canal por el puente del Gallo y al llegar
a la laguna de la Toja da un grito que pretende espeluznante,
pero nada consigue, ni un solo bicho se espanta, mira pero no
ve ninguno.
Salida: Fromista
Llegada: Villarumiel
Época: Todo el año.
Porcentaje de ciclabilidad: 100%
Dificultad: Baja
Distancia: 80.50 Km.