No ha madrugado el viajero. Al termómetro aún le queda mucho
para llegar a superar el cero.
Desayuna plato colmado de oreja de cerdo, vino y pan de la
tierra, un buen café, mientras indaga entre unos y otros el
mejor camino a Membrilla.
Decide finalmente volver sobre sus pasos unos seis kilómetros,
desandar lo hecho el día anterior hasta llegar al río, para
desde aquí girar a la derecha por el camino de Los Moledores.
Un cartel que dice: “OBRAS DE LA RUTA DE DON QUIJOTE”. ¡Bien!
estamos en el buen camino, buen firme, buenas sensaciones. Por
desgracia lo bueno dura poco, solo son tres los kilómetros
consolidados y, después nada, ni una señal, ni una indicación.
En el kilómetro once: la duda. ¿Oeste? o ¿Sur?. Un paisano
subido en su tractor la resuelve,
-a ala izquierda, pase una
casa y al llegar a la carretera, a la derecha. Derecho hasta el
pueblo.
El viajero no le lleva la contraria pero piensa que el
otro parecía el más antiguo y “natural”. Al poco, la tierra es
sustituida por el asfalto. El paraje, precioso. El río inundando lánguidamente los
campos circundantes, las pollas de agua revolotean alocadas, el
sol a sus espaldas pinta de plata las aguas mansas.
Membrilla
al fondo, chaparra, pegada al suelo, del color ocre rojizo de la
tierra. En el centro, la maciza iglesia con su corto pináculo,
como pidiendo perdón por destacar sobre la inmensa llanura.
Y el viajero tenía razón: el camino era el otro, se lo confirman
unos paisanos que tomaban el sol en la plaza. Seguimos sin saber
nada de la “Ruta de don Quijote”.
Un elegante camino asfaltado, custodiado por dos hileras de árboles nos conducen a Manzanares. Tras un corto recorrido por la población y algunas fotos decide continuar hacia Bolaños. Serán casi treinta kilómetros de monótono y aburrido arcén. No llegaran a cinco los kilómetros que separan esta última población de Almagro y cincuenta y nueve los de la jornada. El viento: a favor.
Almagro, de empedradas calles y toscas columnas,
entrará en la historia gracias a la Orden de Calatrava al
escogerla en el s. XIII sus maestres como residencia. En 1213 se
le concede el fuero de villa, confirmado en 1222 por Fernando
III. Alfonso X convocó cortes en esta villa amurallada y que
tenía por parroquia a San Bartolomé el Real. En 1493 Cisneros
dirige la fundación del monasterio de franciscanos de Santa
Maria de los Llanos, hoy desaparecido.
Los problemas financieros del emperador traen a los banqueros
alemanes Fugger, rentistas de las minas de Almadén. El clavero
Fernando Fernández de Córdoba funda el monasterio y la
universidad de Nuestra Señora del Rosario, el comendador mayor
D. Gutierre de Padilla el Hospital de la Misericordia y el
Monasterio de la Asunción de Calatrava. A caballo entre los s.
XVI y XVII se levanta el Convento de Santa Catalina y de la
Encarnación, se instalan los agustinos, los jesuitas, los
Hermanos de San Juan de Dios y se construye el palacio del que
será Conde de Valparaíso que convertirá Almagro en capital de la
provincia hacia mitad de s. XVIII.
Apenas once años duro la capitalidad, pero esta perdida propicio
el paso al titulo de ciudad, se construyo la Plaza de Toros
(1845), el cuartel de caballería (1863), el casino y el teatro
(1864), derribándose las murallas en 1886.
En los años 50 del pasado siglo se restaura el Corral de
Comedias y se amplia el Ayuntamiento y la Plaza Mayor. En 1972,
Almagro es declarada Conjunto Histórico-Artístico.
Almagro es un bonito lugar que como una hermosa dama ya entrada en años conserva aún su serena belleza. Extraña e irregular Plaza Mayor, que antes fue de armas, con galerías que fueron publicas y transitables. Su Teatro de Comedias, antiguo mesón, dormitorio y antro de juego –se encontró una baraja pintada a mano fechada en 1729, escondida en la pared- de arrieros, tratantes y cómicos. Monumento nacional desde 1955.
Pero no por más modernos debemos dejar de visitar otros monumentos, probablemente no menos visitados, como El Pollo, El Santo, El Gordo, El Monaguillo y muchos otros donde degustar el asadillo, el tiznado, somallao, las rosas o los famosos duelos y quebrantos.
Salida: La Solana
Llegada: Almagro
Época: Todo el año.
Porcentaje de ciclabilidad: 100%
Dificultad: Baja
Distancia: 59 Km.