Martes
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Hoy ha templado un poco y el frío es más llevadero, comienza el viajero
a pedalear junto a la estación de Renfe, justo enfrente se encontraba
la del VAY hoy desaparecida, continua junto a la actual línea de
ferrocarril que se dirige a Alicante, la calle realiza una gran curva
hacia el este correspondiente a la antigua plataforma para continuar
por la solana de la sierra de la Villa que cierra por el norte este
bonito valle de Biar, al sur la sierra del Freile y más adelante la de
Fontanella. El pedalear es agradable al estar en la solana y protegida
de los vientos del norte, otra cosa será en verano, aunque piensa el
viajero que se verá amortiguado por los numerosos pinos que la jalonan.
Casi sin darse cuenta llega al puente sobre el Vinalopó, construido
para dar servicio a esta vía verde al igual que el de Beneixama en el
2004. Entre pinos centenarios se acerca a Biar, su castillo, asoma
entre la bruma sobre olivos cuajados de negra aceituna, viejas
construcciones engullidas por la hiedra acompañan esta parte del
recorrido.
Dice Pascual Madoz de Biar “[las calles] irregulares y algo pendientes,
pero limpias y empedradas, y 2 plazas cuadradas de alguna capacidad,
con una fuente en el centro de cada una de ellas… se eleva un antiguo
castillo, obra de los moros, ostentando 2 murallas, una interior y otra
exterior, coronadas ambas de almenas, y sobre un ángulo de la segunda
está cimentada la torre que constituye la principal parte de esta
fortaleza cuyo estado actual es muy ruinoso, y se aprovecha para
cementerio”. Biar, postrero bastión del reino de Valencia, fue durante
siglos frontera y llave del reino en los litigios
castellano-aragoneses le valió para acuñar la leyenda “Claudo et Aperio
Regnum (cierro y abro el reino)” que junto a dos llaves cruzadas
aparecen en su escudo.
Beneixama, Benejama para el viajero que no hay que olvidar que es de la
huerta y de Murcia, tiene probablemente su origen en una antigua
alquería andalusí. La estación es ahora albergue del Camino de
Santiago, ruta del cardenal Payá, inaugurada por el ayuntamiento y la
asociación de Amigos del Camino de Santiago, con motivo del
bicentenario de su nacimiento. En frente, una antigua fábrica de orujos
se convierte hoy en restaurante.
Sigue la vía junto al Vinalopó en algún punto agreste, pasado el puente
sobre el arroyo del Marjal, el paisaje se abre y nos deja ver sobre la
vega del Vinalopó viejos molinos y obsoletas fábricas de papel.
Banyeres aparece custodiada por su castillo que la defiende de la
imponente sierra de Mariola que se alza majestuosa a su espalda.
Población que da acceso al Parque Natural de la Sierra de Mariola, cuna
de varios de los ríos como el Serpis, el Clariano, el Molinar y el
Uxola que se dirigen al este. El Vinalopó que también nace aquí, va a
su aire y sentido opuesto, hacia el oeste y el sur. El pico del
Montcabrer es su punto más alto con 1390 m, espacio muy humanizado
utilizado desde antiguo para la recolección de aromáticas y otras
hiervas usadas para la destilación, hay restos de neveros (pozos de
nieve)como la cava arquejada, escavada en roca viva, con unos quince
metros de diámetro y doce de profundidad.
Continúa la vía entre olivos “modernizados” con sistema de riego por
goteo, en Bocairente (Bocairent) el viajero se despista un poco, no
logra dar con el camino y lo tiene delante, solo hay que cruzar el
parque, le confirma que va por el buen camino un decrepito automotor
situado a la salida.
Alfafara viene a continuación, seguido de Agres, o campo alto, siempre
que aceptemos su etimología latina “Áger” huele a melocotones o
manzanas, según la época del año, pero su joya más preciada es la
Teixera d´Agres, el bosque de tejos más meridional de Europa. Se
mantiene la estación, que debió ser importante pues consta de dos pisos
y edificios anexos, a su espalda está la de Renfe en la línea de Alcoy
a Valencia. La vía se diluye entre zarzas y hay que abandonarla para
cruzar el río Agres, de su puente solo quedan las pilastras de obra, la
superestructura de hierro se vendió al cierre de la línea. Recuperamos
la plataforma por la margen derecha del río, junto a la pilastra, para
ceñirnos a las laderas de Penya Grosa en la estribación este de la
sierra de Mariola. Cruza el viajero junto con la vía algún barranco a
la altura de Muro, que se llama oficialmente de Alcoy para
diferenciarlo de otros Muros que por la geografía nacional andan. Aquí
finalizaba la línea de los Ferrocarriles de Villena a Alcoy y Yecla
enlazando con el ferrocarril de “los ingleses” que iba de Alcoy a
Gandía, pero el viajero quiere llegar a Alcoy para continuar por otro
viejo proyecto de ferrocarril que le llevará a Alicante.
Pierde el trazado y se pierde un poco el viajero a la altura de
Cocentaina pero recupera la antigua plataforma pasado el polígono
industrial, tras cruzar el barranco de Mossén Vicent. Cruza un túnel y
la autovía, no recuerda bien en qué orden, antes de entrar en Alcoy, la
ciudad de los tres ríos o la ciudad de los puentes ya que la atraviesan
los ríos Riquer, Benisaidó y Molinar.
En Alcoy, tras la segunda jornada y finalizadoa la linea ferra del VAY