VI Montealegre del Castillo-Calasparra (Pantano del Argos)
Miro al cielo y no es azul; es blanco, de una luminosidad amenazante. Comenzamos a pedalear en dirección sur, Fuente Álamo es nuestro primer objetivo, antes tendremos que superar el alto de Los Arabinejos. En el ayuntamiento nos recibe Dionisio, concejal y orgulloso de llamarse como el patrón del pueblo.
Aun es temprano y el sol ya se deja sentir, nos saltamos Ontur y continuamos junto a la Cañada Real de Albacete. Estamos en una hondonada que cierra por la izquierda Sierra Caballera, en frente el Portichuelo, estrecho por el que entraremos en Jumilla. Nos espera su alcalde Enrique Jiménez y su primer teniente de alcalde Alicia Abellán. Departimos amigablemente en una terraza frente al edificio municipal al tiempo que nos hidratamos y comemos algo. Le informamos de diversos avatares del camino, lo mucho que queda por hacer, en especial en la promoción, sobre todo a nivel nacional y por supuesto que las autoridades se impliquen en su conservación y promoción.
Vamos a buena velocidad, pero incómodos, el tráfico es alto y la carretera amplia y bien asfaltada, lo que hace que, especialmente los camiones, circulen a la máxima velocidad.
Decidimos detenernos en la Venta del Olivo y refrescarnos un poco, antiguo lugar de referencia en el camino de Madrid para todos los que transitaban por la zona, hoy la autovía le ha restado protagonismo. Reanudamos el camino y poco después suena el teléfono; es Julio, de Onda Cero del Noroeste para nuestra crónica diaria. Trato de concentrarme bajo este sol que parece plomo derretido, ni una sombra donde cobijarse, termino mi labor de "Embajador del Camino" para dar paso a las noticias del medio día, aun nos espera la subida a Calasparra. En el bidón, el agua podría, perfectamente, pasar por sopa.
Estamos bajo unas lonas, especie de toldo que protege del sol la plaza del ayuntamiento, con Antonio, concejal de Asuntos Sociales y que sustituye amable y profesionalmente a su alcalde, al parecer muy ocupado para recibirnos. El tramo hasta Valentín y el embalse del argos donde nos alojaremos hoy es doloroso por el cansancio, el sol de justicia y los repechos. Por fin una ducha fría.
Cenar hoy ha sido toda una odisea. Juan ha propuesto ir con el vehículo a Cehegín, le han recomendado un restaurante llamado la Almazara. Después de algún tiempo tratando de dar con el local en el laberinto de caminos que conforman la huerta, lo hemos encontrado; cerrado, es jueves y solo abre fines de semana. Ellos mismos nos recomiendan que vallamos a Casa Domingo y no nos hemos arrepentido. Comenzamos con una ensalada de la huerta con frutos secos, chipirones, revuelto de trompetillas con fua, secreto, toro estofado, entrecot de novillo y flan de café, quizá lo menos interesante de la cena, y todo regado con un buen vino de Bullas. Mañana será una corta jornada.