V Venta del Moro-Montealegre del Castillo

Salen solos los compañeros de Venta del Moro, yo me quedo, me he comprometido Begoña Ruiz, 1ª tte. de alcalde y concejal de Turismo, M. Ambiente y Deportes del ayuntamiento que preside Luis Francisco López, presente también en la reunión y con los que departo animadamente durante más de una hora. Me han dado, además, una buena noticia; ayer paso por la localidad un peregrino recorriendo el Camino en dirección norte, iba acompañado por un perro.

La carretera, algo descarnada al principio, se desliza ondulante entre viñas, pinos y coscojas por Casas de Pradas y Los Cojos hasta acceder a la N-322. Descenso vertiginoso hacia el Cabriel por su margen izquierdo, el río a penas lo vemos ocupados en aprovechar la inercia para remontar la pendiente de la margen derecha. Una vez arriba, pedalear fluido por un magnifico asfalto hacia Alborea, Zulema y Las Eras antes de descender al Júcar.

Alcalá del Júcar; manchas blancas sobre la greda ocre, abigarrado amasijo de calles serpenteantes, de escalones empedrados, poyos encalados, latas de geranios y claveles reventones, de castillo vigilante sobre profundas hoces de verdes aguas, rumor de trinos y aguas saltando sobre el azud, frondosidad húmeda, fresca; frente al viejo puente una terraza deprimida a la que se accede por unos escalones, entrechocar de vasos escarchados. Almorzamos.

Se retuerce la carretera salvando la cortadura del Tajo, nosotros también, hasta Casas del Cerro y más allá. Dehesas de cereal aún verde en el que ya apuntan las doradas mieses. Sigue ascendiendo el negro asfalto bajo un sol que todo lo iguala, caballeros andantes entre modernos molinos. Hermosa fuente en Pozo Lorente, caños de líquido vital alivian la sed. Bonete y Montealegre del Castillo, fría cerveza y templada ducha, modorra reparadora antes de cenar bajo las estrellas y el aroma de los pinos, atávicos sabores de carnes, brasas y chacinas. Ermita de la virgen de la Consolación, lugar que nos a recomendado Rafael, esforzado concejal de esta localidad y que cena junto a nosotros.

Bonitas carreteras las de hoy; poco tráfico en general, salvo algunos tramos de la nacional que conduce a Albacete. Paisaje verde, adehesado y ondulado con algunas subidas importantes como las del Cabriel, el Júcar y el tramo antes de Bonete. En total han sido 113 km y unos 1.200 de desnivel positivo.

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