Esta ruta parte desde un punto fácilmente reconocible como la estación de
ferrocarril Murcia del Carmen, situada en el popular barrio del mismo
nombre. Cruzaremos las vías por el paso a nivel de Quitapellejos para
buscar la pedanía murciana de Patiño, para después de atravesarla
acceder al Parque Regional de Carrascoy-El Valle, lo haremos por la
carretera que sube al Santuario de la Fuensanta. Continuaremos por la
carretera en dirección al Valle, pasando por el Complejo
arqueológico-arquitectónico de la Luz integrado por el santuario ibérico
de la Luz y la iglesia-cenobio de Nuestra Señora de la Luz y el castillo
árabe del mismo nombre.
Llegamos al área del Valle, donde se encuentra el Albergue, el Centro de
Recuperación de Fauna Silvestre, el Arboretum y un área recreativa, en
donde existe un chiringuito en el que podemos reponer fuerzas, justo en
frente sale un camino en subida que tomaremos, cruzamos a continuación
la carretera para continuar por la rambla del Valle librando la cadena
que impide el tráfico motorizado, comenzaremos una preciosa subida a lo
largo de la rambla que abandonaremos para dirigirnos a la casa forestal
del Sequen, siempre rodeados de vegetación (pino carrasco, palmito,
lentisco, coscoja. En las umbrías las enredaderas, madreselvas y en la
rambla especies adaptadas a los cursos intermitentes de agua como el
baladre y el carrizo) que nos hará la subida más llevadera.
Una vez en la pista del Sequen continuamos por la misma en dirección al
Relojero, cuidado por esta pista circulan vehículos por lo que tenemos
que extremar la precaución, dejamos a tras El Cerrillar y el barranco
del Sordo, hemos recorrido poco más de cinco kilómetros desde el
chiringuito y ya estamos en la parte más alta de nuestra ruta, desde
aquí será casi todo bajada. Nos recuperaremos del esfuerzo en el
precioso minador que hay a nuestra izquierda, donde tendremos una de las
vistas más espectaculares del valle del Segura y del Guadalentín,
podemos disfrutar toda la vega media y parte de la vega baja hasta
Orihuela. Pasamos el área recreativa de la Cresta del Gallo y comenzamos
una fuerte bajada que puede llegar a ser peligrosa por las curvas
cerradas y el desnivel. Estamos de nuevo en el Santuario de la
Fuensanta, podemos reponer fuerzas en el bar que hay junto a este con
una preciosa vista de la ciudad de Murcia y su huerta. Ya no nos queda
más que regresar a nuestro punto de partida.