Tras el arroz y conejo del restaurante mesón Mandola, de hace un par de semanas, nos emplazamos para volver y comer su afamado cordero al horno.
Y aquí estamos a finales de marzo para hacer una ruta casi turística que nos llevará; primero al paraje de la Algualeja, después a la rambla del Molino, con unas magnificas vistas de la fortaleza de Aledo. Nos esforzaremos en el camino del Mortí y en la subida al Morrón Largo y nos dejaremos caer hasta el restaurante para dar cuenta del cordero.
Itinerario:
Sobre las ocho y media nos reunimos en el Rollo para comenzar nuestra andadura.
Apenas una hora después estábamos en el aparcamiento del restaurante preparando las bicis, tomamos un buen café y comenzamos a pedalear.
Comenzamos con asfalto, en dirección Norte para abandonarlo por nuestra izquierda hacia la rambla de Lebor y un precioso desfiladero: el Estrecho de la Algualeja.
Llegamos a él a través de unas escaleras para sorprendernos y deleitarnos con sus formas. Continuamos rambla abajo, abandonándola poco después para irnos en busca de la de Los Molinos, lo que nos permitirá contemplar unas magnificas vistas de Aledo y su fortaleza.
Salimos del cauce para acceder a la casa forestal del Mortí a través del camino de los Mortolitos. Despreciamos el camino del Algarrobo y comenzamos a subir por el camino del Mortí, junto a la casa forestal. El camino, en contante subida, bordea el Mortí Alto por el Oeste, lo que nos permite obtener unas estupendas vistas del complejo de la Santa y su entorno, para pasar entre el Peñón y el Morrón Largo.
Junto a la casa del Peñón, tenemos la opción de acortar por una senda no ciclable y apenas definida –extremaremos el respeto por el entorno-, hacia nuestro destino: el Morrón Largo. Salimos al camino del Campí y nos dirigimos hacia el collado de la Zarza, para antes de llegar, desviarnos a nuestra derecha hacia la caseta de los forestales. Una vez arriba, contemplamos unas impresionantes vistas del valle del Guadalentín por el Sur, por el Norte, gran parte de Sierra Espuña y las montañas de Lorca por el Oeste.
Satisfechos pero hambrientos, nos dejamos caer de nuevo hacia el camino del Campí, y en vertiginoso descenso llegar al Arco de Aledo y al restaurante.
En la terraza, nos hidratamos convenientemente mientras el cordero alcanzaba su punto exacto. Puedo certificar que dimos debida cuenta de todo cuento se puso en la mesa y aprovechamos el momento para hacer un bosquejo de próximas salidas, pero eso es otra historia que espero poder contar.
Mariano Vicente, finales de marzo de 2011.
Situación: Sierra Espuña (Región de Murcia)
Época: Todo el año.
Porcentaje de ciclabilidad: 100%
Dificultad: Media
Distancia: 28.88 Km.