Todo comenzó durante el transcurso del mes de marzo. Algunos miembros de la asociación Bicimur manifestaron su deseo de tener unas equipaciones personalizadas, por lo que nos pusimos manos a la obra.
Todas los empresas consultadas, se movían en parámetros muy similares; un mínimo de diez conjuntos de mallot y culote; setenta euros el conjunto -en la mejor calidad-; sesenta días de espera y el cincuenta por ciento del coste al hacer la petición, el resto a la recepción del producto.
Nos decidimos por Protegebike, que representaba a GSG; algunos miembros de la asociación tienen equipaciones de esta marca italiana y nos parecen que utilizan tejidos de buena calidad, con un diseño ergonómico y buena confección, por lo que decidimos solicitarlas a Protegebike. El 5 de mayo se hace el pedido, entregando a cuenta la cantidad de 475 euros, correspondiente al 50% del valor del pedido. Antes, pasamos todos los miembros de la asociación a probarnos mallot y culotes para averiguar las tallas que le correspondían a cada uno. Esperábamos tener nuestras equitaciones a principios de julio.
Llega julio y Protegebike no da señales de vida. Llamo a Kike, gerente de Sambel, matriz de Protegebike. Me cuenta que ha surgido un problema con los italianos de GSG y la ropa no estará aquí hasta mediados de septiembre. Nos pareció toda una faena recibir la ropa pasado el verano, pero aun estábamos entre caballeros y decidimos esperar.
El 15 de septiembre, lunes, nos fuimos hasta Albox, en Almería para visitar el santuario del Saliente y al día siguiente subir a Calar Alto. Ya en el Santuario surgió la conversación sobre si había noticias de nuestras equipaciones. Ante mi respuesta negativa, se decidió llamar a Kike -Protegebike- para que nos informara. Su contestación fue todo un cumulo de despropósitos; en lugar de darnos respuesta sobre las equipaciones de GSG que ya deberían estar aquí, nos responsabiliza de no haber cobrado otro trabajo para la asociación que debía pagar el Ayuntamiento de Caravaca -como si nosotros fuéramos responsables del pago a proveedores del Ayuntamiento-, y que el dinero entregado a cuenta de las equipaciones de GSG, se lo había quedado su madre, a cuenta de los polos y la serigrafía del vehículo de apoyo [1].
Resumiendo: Protegebike se queda de forma poco ortodoxa, a primeros de mayo, con 475 euros entregados para las equipaciones de GSG; a cuenta de unos trabajos que haría un mes más tarde sin saber siquiera cuáles serían, llevándonos en palabras hasta mitad de septiembre. Una factura por 10 equipaciones del Camino de la Vera Cruz con un importe de 1.100 euros que el Ayuntamiento de Caravaca le ingresará en su cuenta corriente. Creo que el Ayuntamiento de Caravaca pago el 28 de octubre y nosotros la inflada factura de polos –duplicaron el precio acordado- y serigrafía del vehículo de apoyo. ¡Ah! Y no olvidemos el “diseño” que lo cobran a parte.
Factura Equ. GSG |
Factura Ayto. Caravaca |
Factura Serigrafía y polos |
[1] En esa misma época presentamos al Ayuntamiento de Caravaca un proyecto para realizar el Camino de la Vera Cruz, abriendo una nueva vía por carretera, complementaria a la que ya habíamos recorrido el año anterior por caminos rurales, con significativo éxito mediático en nuestra región, comprometiéndose el ayuntamiento al patrocinio de las equipaciones para la expedición. Recurrimos a Kike, de Protegebike para que nos gestionara estas equipaciones, con pleno conocimiento de que las abonaría el Ayuntamiento de Caravaca, no nosotros.
También decidimos hacer algo de ropa casual para los momentos en que no estuviéramos sobre la bici y se opto por 10 polos, cuyo costo –nos dijo Kike verbalmente- sería de 15 euros la unidad. También se decidió que la ventana trasera del vehículo de apoyo fuera serigrafiada con el anagrama del Camino de la Vera Cruz, por lo que pedimos a protegebike un presupuesto para el mismo. La respuesta fue del tipo “no te preocupes, que esto es barato, se utiliza un vinilo de baja calidad ya que solo debe durar unos días y un metro y medio por un metro esta por los 15 euros”. Con estos “precios” decidimos extender la serigrafía a las dos últimas ventanas laterales de la Mercedes Vito que nos serviría de vehículo de apoyo. Finalmente Protegebike también sumó su publicidad al resto de colaboradores. De lo anterior no hay presupuestos, ni contratos escritos, solo de las equipaciones de GSG de las que ya habíamos abonado el 50%. Estábamos entre caballeros.